Historias de atriles
En el siglo XVII, "los eclesiásticos no solo tenían mayores posibilidades de dedicarse a la lectura y la escritura, sino que también disfrutaban de un estatus que en cierta medida les separaba del tumulto de la vida diaria. (...) La continuidad de la vida de las órdenes religiosas derivó en la supervivencia de gran parte de los muebles eclesiásticos. El sencillo atril, un soporte inclinado para sostener las escrituras y leerlas en voz alta, sigue siendo un elemento simbólico y práctico en las iglesias actuales, pero resultaba esencial para apoyar los enormes y pesados libros de aquel entonces. Este atril inclinado de uso práctico, con un saliente de apoyo en el borde inferior, influyó en el diseño del escritorio del siglo XX".
Atriles Tope y Cuña
- Atriles de madera
- Preparando atriles tallados
Si te interesa alguna de nuestras piezas o quieres hacer un encargo, contacta con el taller Tope y Cuña, artesaniatyc@hotmail.com
Comentarios
Publicar un comentario