Historia del mueble: Chapas de madera
Las chapas de madera son hojas finas –unos 0,6 mm de grueso-
obtenidas de la madera mediante cuchillo –no sierra- bien por desenrollo, bien
a la plana. Las chapas a la plana –la cuchilla se mueve horizontal o
verticalmente cortando el trozo de madera en rojo- se utilizan sobre todo con
fines decorativos. Se emplean para revestir muebles y elementos de carpintería.
Las chapas de desenrollo –la cuchilla se va acercando hacia el centro de la
madera en rollo que gira sobre su eje- se utilizan sobre todo para la
fabricación de tableros contrachapados.
Las chapas de madera se emplean desde tiempos inmemoriales.
Los primeros en utilizarlas fueron los egipcios, que nos han legado objetos
preciosos como las sandalias de Tutankamon o elementos de mobiliario –camas,
butacas…-. Los romanos inventario el intersio, taracea de diversas especies y
colores con los que se componían dibujos. Esta técnica se recuperó durante el
final de la Edad Media y el Renacimiento, dejándonos ejemplos de una
extraordinaria pericia técnica y artística.
El momento de mayor esplendor del chapado fue durante los
siglos XVII y XVIII con la decoración barroca y rococó. Los muebles tomaban
forman caprichosas y se empleaban para recubrirlas maderas preciosas que llegaban
de las colonias de ultramar. El mismo principio se aplicó en la construcción de
pianos de cola a principios del siglo XIX ya usado en la construcción de
clavicordios desde el siglo XVI.
La obtención de la chapa se fue mejorando al mismo tiempo
que los útiles de corte: sierras cada vez más finas y cuchillas cada vez más
precisas. La revolución del chapado vino a finales del siglo XIX con la
invención del torno de desenrollo, parece que de manos de Enmanuel Nobel –padre
del inventor de la dinámica y titular de los famosos premios-. El primer
desarrollo de estos tornos se produjo en EEUU donde se empezó a utilizar en la
fabricación de tablero contrachapado. Junto al torno propiamente dicho y la
cuchilla aparece una barra de presión que fuerza la chapa a salir con un
determinado grosor. En la actualidad, la creciente escasez de maderas decorativas
y su carestía ha revalorizado la chapa de madera natural en la fabricación de
muebles.
El dibujo de las fibras de madera y de otros elementos anatómicos
varía enormemente según la forma y la parte de la troza que se ofrezca al corte
de la cuchilla. Los dibujos varían desde las clásicas formas de U en el corte
tangencial a las fibras rectas y paralelas de la chapa radial, pasando por las
agujas que se obtienen en el desenrollo de la chapa periférica. Pero donde la chapa
adquiere más valor es en las singularidades que se obtienen por las formas
irregulares de la fibra, las impregnaciones desiguales y la constitución
anormal de ciertos tejidos.
Una de las composiciones de las chapas es en tablero de
ajedrez o damero.
Tope y Cuña | Ajedreces
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