
“La naturaleza es la fuente de
inspiración más agradecida. Hay que absorber y aprender a sacar a mejor partido
del entorno en los campos, los bosques y las colinas para la paleta de diseño,
para la comida y las flores o para la ornamentación de una mesa. Tener un
huerto permite disponer de sus productos para secarlos o conservarlos de cara
al invierno, pero incluso las macetas o el alféizar de la ventana pueden servir
para cultivar hierbas aromáticas y hojas para la ensalada. El cocinero
campestre moderno come sus productos y cocina según su región. Cuando se está en
contacto con la naturaleza las estaciones no pasan desapercibidas: en invierno
se puede disfrutar de los frutos de la siembra en primavera y el verano, con
leños e hierbas aromáticas para la chimenea, y de las frutas y verduras
conservadas o secadas hasta el último sol de verano”. (...)

"Gran parte de ser verde en
casa en basa en los gestos, tanto grandes como pequeños. Utilizar lavanda de
producción propia para llenar saquitos para los armarios en vez de
antipolillas; escoger pinturas al agua en vez de las elaboradas con petróleo; iluminar
el interior y el exterior de la casa con velas y faroles para ahorrar
electricidad y a la vez disfrutar de la luz tenue. Sustituir los envoltorios
sofisticados y las bolsas de plástico por cestos. Y a la hora de comprar
muebles, evitar las maderas duras en peligro de extinción por especies
perdurables”. (La vida en el campo, Tricia Guild)
Tope y Cuña | artesaniatyc@hotmail.com
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