Historia del Mueble (4): Del mudéjar al Fernandino en España
Estilo
Mudéjar. Tardo gótico
Estilo
plateresco
Manierismo y
estilo El Escorial (reinado de Felipe II)
Siglo XVII.
Barroco
Rococó en
España
Neoclasicismo
en España
Mueble
fernandino
Arranca en el periodo de los Reyes Católicos (último
cuarto del siglo XV). El mueble español es gótico, con estructuras de tipo
medieval, pero en el que las influencias hispano-musulmanas tienen un gran
protagonismo.
En las piezas de valor se incorporan tallas de figuras
religiosas, temas vegetales y heráldicos en bajorrelieve. Los elementos
decorativos musulmanes constituyen un laborioso trabajo, a base de formas
abstractas y geométricas. Predomina la madera de nogal, roble y pino. El hierro
se utiliza para los herrajes y guarniciones, en cuero y tejido para el
recubrimiento. El acabado, por lo general, en patina natural.
Los muebles más utilizados son las arcas, baúles y
cofres. También aparecen las denominadas sillas de cadera, con incrustaciones
en la madera y revestidas en tela o cuero. Durante este periodo destaca el
mobiliario religioso.
España admite de manera tardía el Renacimiento. El
estilo plateresco comprende la época de Carlos I. En un primer momento, entre
sus elementos decorativos destacan los medallones, balaustres; posteriormente,
se incorporan a los muebles columnillas, dinteles, frontones…
Las técnicas decorativas más utilizadas son el relieve
de tipo medio y bajo sobre madera de nogal. Las maderas lisas o labradas se
enriquecen con estucado, policromado, dorado… La gran novedad decorativa será
la taracea (tarsi, en voz árabe) o
marquetería. La más antigua, la incrustación de nogal, boj y hueso.
En la segunda mitad del siglo XVI, en España, hay que
distinguir entre el manierismo y El Escorial. El primero comprende entre
aproximadamente el año 1520 y finales del siglo XVI. Los muebles ganan en talla
en relieve, con técnicas escultóricas y pictóricas. Los acabados están muy
elaborados.
Por su parte, los muebles del estilo El Escorial son
más elegantes, de estructura arquitectónica, con elementos decorativos como
columnas, palestras y remates en forma de bola, volutas en espiral… (Un ejemplo
del mobiliario de esta época, los armarios de la biblioteca del monasterio de
El Escorial).
En la segunda mitad del siglo XVI, un mueble como el
arca evoluciona en escritorio y se convierte en el ejemplar más apreciado de la
vivienda.
Durante el reinado de Felipe IV (1621-1655) se
incorpora el denominado mueble escaparate, una especie de vitrina acristalada
chapeada sobre ébano. Se utiliza para guardar todo tipo de objetos. Destacan
sus elementos decorativos, propios de la arquitectura barroco (arquerías,
columnillas…).
El mueble escritorio, por su parte, sigue siendo el
más demandado y se importan incluso de Flandes y Nápoles. Destaca en España el
escritorio salmantino, cuyas cajas contienen numerosos herrajes y placas de
hierro caladas.
Por su parte, la silla de brazos se sigue utilizando,
al considerarse un mueble funcional y económico, aunque también abundan los
taburetes de tijera y las sillas torneadas. Las mesas llevan talla en los
cajones.
Durante el reinado de Carlos II (1663-1700) llega el
Barroco de influencia francesa, de Versalles concretamente. El arquitecto José
Churriguera será uno de sus principales valedores con un estilo barroco
(denominado incluso estilo churrigueresco)
que hoy día se puede apreciar en edificios como el Ayuntamiento de Salamanca o
el palacio de San Telmo en Sevilla.
Entre los muebles, los escritores crecen en tamaño y
en decoración, eliminando si es precisa la tapa frontal; las vitrinas aparecen
sobrecargadas de ornamentación, exageradamente anchas y muy pesadas; y las
sillas y sillones (con rocalla y palas caladas con ornamentación tallada)
destacan por su variedad de curvas.
Aparece aproximadamente en la última década de Felipe
V y permanecerá con Fernando VI y parte del reinado de Carlos III (Palacio Real
de Madrid, salones estilo rococó). Estucos floreados, muebles dorados y con
gran ornamentación. Los muebles reducen su volumen. Al Rococó no aportó grandes
novedades en España. Le sucedió el neoclasicismo.
Protagonista en la época de Carlos IV (palacete del
Príncipe del Prado y Labrador de Aranjuez). Según cuentan, el rey tenía su
propio taller, ya que el mobiliario era una de sus grandes pasiones.
El mueble neoclásico en España tiene una clara
influencia francesa. Predominan los motivos florales y las tallas en forma de
pequeñas esculturas, así como un cuidado trabajo de marquetería.
Entre 1808 y 1833 el neoclasicismo comienza a quedar
relegado. El mueble español es un interpretación de los estilos Directorio e
Imperio francés, aunque mucho más pesado. Incorporan columnas torneadas con
pequeños apliques. Aunque la madera principal es la caoba, también se hacen
muebles lacados en negro con motivos clásicos.
En 1840 impera el romanticismo del mueble isabelino
español. Destacan los que recuerdan los estilos Luis XV y Luis XVI (motivos
florales y ornamentales, tallas, marquetería).
Historia del Mueble
Mueble Gótico
La Edad Media
El Mueble en el Mundo Antiguo
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