Tajuelas de lavar: Originales estanterías
En una de aquellas antiguas cocinas, debajo del escabel, esperaba la tajuela de lavar -cuya denominación, en función de la zona geográfica, también es lavadero-, junto al jabón que se hacía -tras mucho remover y dejar reposar- con los restos de manteca y sosa como principales ingredientes.
Con el cesto de la ropa reposando en la cintura, las mujeres bajaban al río a lavar, restregando y enjabonando la ropa sobre una tabla de madera o directamente sobre la piedra o peñón junto a la ribera. Eran los tiempos en los que la ropa se blanqueaba al sol (solearla), los tiempos en los que había que lavar a mano y cortar el jabón preparado en casa.
Antiguas tajuelas de lavar convertidas en estanterías. Fotos: Tope y Cuña |
Con el cesto de la ropa reposando en la cintura, las mujeres bajaban al río a lavar, restregando y enjabonando la ropa sobre una tabla de madera o directamente sobre la piedra o peñón junto a la ribera. Eran los tiempos en los que la ropa se blanqueaba al sol (solearla), los tiempos en los que había que lavar a mano y cortar el jabón preparado en casa.
"Las ropas de mi niño vengo a lavar para que tome el agua lecciones de cristal" (Canto de las lavanderas, Yerma, Lorca)
Aquellos lavaderos o tajuelas de lavar cayeron en el olvido o fueron relegados a algún rincón del desván (el sobrao de las casas de los pueblos) con la llegada de las lavadoras. De una de esas antiguas casas hemos recuperado los lavaderos para darles un nuevo uso y un nuevo espacio en nuestro hogar. Hoy se han convertido en unas originales estanterías, en una de esas piezas que aportan personalidad a una estancia.
Lavaderos de madera de castaño, acabados en cerezo y nogal, tonalidades que refuerzan la sensación cálida y elegante que proporciona la madera.
Si te interesa esta pieza o quieres hacer un encargo, contacta con el taller de Tope y Cuña, artesaniatyc@hotmail.com
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