Descubre los PLUMIERES de MADERA más originales

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Ebanistas

La denominación de ebanista se adopta del ébano,  la madera que utilizaban para las chapas con las que recubrían la madera. No en vano, los ebanistas se especializaron en mueble chapeado y la propia Real Academia Española (RAE) en el siglo XVIII los definía como “el que fabrica y hace obras de madera embutidas de ébano, marfil y otras maderas preciosas: como escritorios, mesas, bufetes y demás piezas”.

Maletín de trabajo

Los oficios de la madera se agrupaban en gremios. En España, en el siglo XVII, los ebanistas, entalladores y ensambladores de nogal constituían un único gremio. Las tres disciplinas se mantienen un siglo después, aunque las diferencias entre ellas cada vez son menores.

Por su parte, la carpintería, en los siglos XVI y XVII se dividía en tres grupos: la carpintería de lo blanco (construcciones), carpintería de lo prieto (carros y aperos agrícolas, entre otros) y la carpintería de rivera (construcción naval).

Los gremios contaban con ordenanzas que regulaban su actividad, desde cómo y para qué debían usar la madera hasta los exámenes que debían realizar para alcanzar los distintos grados de aprendizaje. La formación era muy importante y los maestros tenían además la obligación de dar alojamiento y comida a sus aprendices durante el tiempo que duraba su proceso de aprendizaje.

Una ley de 1743 obligaba a los maîtres franceses (los primeros se mencionan en París en el año 1638) a firmar sus muebles. Para alcanzar esta categoría era necesario formar parte de las corporaciones de artesanos, ser presentado por un miembro inscrito y pagar una notable suma, pero sobre todo era necesario ser un experto ebanista. Ser maître facultaba para abrir un taller y para entrar en relación con el más importante cliente de Francia: el rey y su corte.

La corte en España también contó con numerosos ebanistas y entalladores, desde Felipe V a Carlos IV, el cual tenía su propio taller ya que el mobiliario era una de sus grandes pasiones.

En Inglaterra, Chippendale, nombre del artista que trabajó para la burguesía, escribió el libro ‘Guía de los caballeros y ebanistas’. Durante mucho tiempo sirvió de catálogo a los ebanistas. 

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